lunes, 11 de junio de 2007

La Jornada Jalisco:

Colectivos jaliscienses, en el Foro Nacional contra la Represión

Exigen ONG la presentación de 37 personas desaparecidas en los 70

RAUL TORRES

Durante su participación en el Foro Nacional contra la Represión, que se realizó ayer en la ciudad de México, los colectivos jaliscienses La Voz de Los Otros, Zacco y Vanzetti, Cuadernos de la Resistencia, La Otra Escuela, Colectivo Mezcala, Comité Salvabosque Tigre II, Red Mexicana de Trabajado Sexual (Jalisco), Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” AC, y el adherente Raúl Páramo Ortega, exigieron, a través de un escrito, la presentación de 37 desaparecidos en el estado que “el gobierno secuestró por motivos políticos en la década de los 70” e hicieron un llamado a conformar una “política de la resistencia” para hacer frente a la “política de represión” que se vive actualmente.

El documento fue citado por el subcomandante insurgente Marcos, quien al momento de informar cuáles serán las líneas de acción a seguir por la Comisión Sexta y el EZLN, integró en su discurso algunos de los puntos expuestos por los colectivos de Jalisco y la Red de Trabajadores Sexuales de diversos estados.

El documento enviado por las organizaciones jaliscienses apela a la memoria como fundamento para entender la situación actual y resistir a la cooptación del sistema. “La memoria, su recuperación desde todas las localidades y a partir de los propios acontecimientos de represión sufridos es algo que se convierte en una tarea política prioritaria en el presente, que no es otra la manera de construir el futuro con democracia, justicia y libertad”.

Al mismo tiempo, la propuesta de estos colectivos es continuar al tanto de las luchas de los otros, incluso de los que aparentemente nadie ve: “es cuestión de estar pendientes de los caídos, encarcelados y reprimidos en las luchas actuales y de todos los que no se ven pero que resisten y son oprimidos, y que por no tener el foro ni la plataforma que hoy imponen los medios de comunicación, no son reconocidos ni visibles”.

El texto hace un recuento de algunas formas de represión que históricamente se han dado en el país, como la guerra sucia, y analiza situaciones como la actual militarización del territorio nacional para plantear la necesidad de organizarse de forma regional y nacional.

“Resulta pertinente ofrecer una resistencia organizada regional y nacionalmente, pues contribuir a la fragmentación y desarticulación de la lucha que en cada localidad se lleva a cabo es facilitar la continuidad de la guerra sucia y la aplicación de la estrategia de guerra de baja intensidad”.

También se hace una crítica puntual hacia aquellas personas que en algún momento “militaron” del lado de las luchas sociales y actualmente se encuentran como funcionarios de distintos niveles de gobierno.

“Cientos de personas que antes se ubicaran en el campo de los movimientos y las organizaciones sociales, principalmente como profesionales de las ONG, están ahora como funcionarios en todos los órdenes del gobierno federal, estatal y municipales (…) y por efectos de este fenómeno es fácil encontrar partidos políticos, ONG y promotores del voto útil que cuestionan la necesidad de reivindicar la memoria histórica sobre la llamada guerra sucia entre los años 60 y 80, y la guerra de baja intensidad que se vive desde la última década del siglo XX hasta hoy”.

A partir del reconocimiento que estos colectivos hacen al comité de presos y desaparecidos políticos, hoy Comité Eureka, como una de las pocas asociaciones que ha tratado de mantener la memoria sobre los acontecimientos que conformaron la guerra sucia en Jalisco, se invita a crear iniciativas políticas que además de la participación de un mayor número de personas en este tema, logren la integración de un expediente para configurar el “delito de lesa humanidad y genocidio” de la guerra sucia que, en su opinión, se da en Jalisco desde hace 35 años.

Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZ
Aspecto de la marcha para recordar la represión del 28 de mayo de 2004

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