La maquinaria pesada ya deja su huella en el bosque El Nixticuil.
Foto: Público
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Hay controversia por los permisos
Construyen barda y calle en El Nixticuil
En el lugar se edifica el fraccionamiento Verde I Serena, Naturaleza Residencial.
Verde y serena era la vida en el bosque El Nixticuil, pero la quieren convertir en Verde I Serena, Naturaleza Residencial. Desde hace tres semanas se comenzó a levantar una barda perimetral; han trasplantado por lo menos 32 árboles, que difícilmente sobrevivirán; y, han construido unos 300 metros de calle en pleno bosque. Hay controversia respecto a si la desarrolladora cumple con todos los documentos legales.
Adrián Hipólito Hernández, miembro del Comité Salvabosque, quien recién ha egresado de la licenciatura en Historia, narra que desde la infancia ha jugado en el bosque, pero con el paso de los años ha visto como se ha reducido con la llegada de fábricas; luego con los fraccionamientos campestres, como Los Robles; y ahora se sigue el ejemplo de los llamados fraccionamientos ecológicos, como Los Guayabos y Santa Luza.
Se lamenta de que el bosque vaya a ser seccionado por Verde I Serena porque se impedirá que los animales accedan a esa parte. Comenta que la empresa es propietaria de 17 hectáreas.
Hipólito Hernández señala que la Dirección de Inspección de Reglamentos de Zapopan les comentó que la desarrolladora tiene permiso para trasplantar 75 árboles. El activista se queja de que la construcción está lastimando las raíces: “Se han llevado las raíces de por lo menos 40 árboles”.
Agrega que el martes pasado acudieron trabajadores de la dependencia mencionada, quienes les comentaron que la empresa no cumplen con todo el papeleo legal, pero que se “lavaron las manos” con el argumento de que el permiso de construcción lo había emitido la Administración pasada.
El velador del terreno, José Guadalupe Vázquez, aseguró ayer que cumplían con todo. Se queja de que vaya la gente a “darles lata”: “De todos modos se va a construir; ya tanto tiempo, va a estar pelón pa´ que la paren”, afirma, y explica que el proyecto tiene tres años.
Indica que se iban a quitar todos los árboles que tienen un plástico enredado, pero que al final se tomó la decisión de dejarlos. Se contaron 81 árboles con listones, que están principalmente al borde de la nueva calle. Guadalupe Vázquez asegura que por cada árbol que “iban a sacar”, se plantarían diez: “Yo nomás digo lo que platican, yo sólo soy el velador, no sé los arreglos de los patrones”.
El diario La Jornada publicó el pasado jueves una carta del delegado federal en Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, José de Jesús Álvarez Carrillo, en la que aclara que su dependencia no ha recibido de la empresa ningún trámite para solicitar el cambio de uso de suelo ni para el trasplante de árboles.
Hipólito Sánchez señala, por otra parte, que fue ayer personal de la Dirección de Parques y Jardines para plantar unos 100 pinos, en compañía de unos 40 alumnos de un colegio: “Es ridículo que vengan a plantar cuando permiten que destruyan acá arriba”.
Explicó que los árboles que trasplantó la desarrolladora no tienen posibilidades de sobrevivir porque permitieron que el sol secara sus raíces: “El encino tiene esa debilidad”.
Adrián Hipólito Hernández, miembro del Comité Salvabosque, quien recién ha egresado de la licenciatura en Historia, narra que desde la infancia ha jugado en el bosque, pero con el paso de los años ha visto como se ha reducido con la llegada de fábricas; luego con los fraccionamientos campestres, como Los Robles; y ahora se sigue el ejemplo de los llamados fraccionamientos ecológicos, como Los Guayabos y Santa Luza.
Se lamenta de que el bosque vaya a ser seccionado por Verde I Serena porque se impedirá que los animales accedan a esa parte. Comenta que la empresa es propietaria de 17 hectáreas.
Hipólito Hernández señala que la Dirección de Inspección de Reglamentos de Zapopan les comentó que la desarrolladora tiene permiso para trasplantar 75 árboles. El activista se queja de que la construcción está lastimando las raíces: “Se han llevado las raíces de por lo menos 40 árboles”.
Agrega que el martes pasado acudieron trabajadores de la dependencia mencionada, quienes les comentaron que la empresa no cumplen con todo el papeleo legal, pero que se “lavaron las manos” con el argumento de que el permiso de construcción lo había emitido la Administración pasada.
El velador del terreno, José Guadalupe Vázquez, aseguró ayer que cumplían con todo. Se queja de que vaya la gente a “darles lata”: “De todos modos se va a construir; ya tanto tiempo, va a estar pelón pa´ que la paren”, afirma, y explica que el proyecto tiene tres años.
Indica que se iban a quitar todos los árboles que tienen un plástico enredado, pero que al final se tomó la decisión de dejarlos. Se contaron 81 árboles con listones, que están principalmente al borde de la nueva calle. Guadalupe Vázquez asegura que por cada árbol que “iban a sacar”, se plantarían diez: “Yo nomás digo lo que platican, yo sólo soy el velador, no sé los arreglos de los patrones”.
El diario La Jornada publicó el pasado jueves una carta del delegado federal en Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, José de Jesús Álvarez Carrillo, en la que aclara que su dependencia no ha recibido de la empresa ningún trámite para solicitar el cambio de uso de suelo ni para el trasplante de árboles.
Hipólito Sánchez señala, por otra parte, que fue ayer personal de la Dirección de Parques y Jardines para plantar unos 100 pinos, en compañía de unos 40 alumnos de un colegio: “Es ridículo que vengan a plantar cuando permiten que destruyan acá arriba”.
Explicó que los árboles que trasplantó la desarrolladora no tienen posibilidades de sobrevivir porque permitieron que el sol secara sus raíces: “El encino tiene esa debilidad”.
Guadalajara•Rafael Gandhi
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