jueves, 20 de septiembre de 2007

Boletin de Prensa:




Las Mentiras de Aldana

El día de ayer nuevamente el alcalde Juan Sánchez Aldana declaró (La Jornada Jalisco 20/09/07) que los fraccionamientos que se construyen sobre el bosque el Nixticuil son legales en tanto se construyen en “zonas de amortiguamiento”, primera mentira; en oficio girado por el ex - director de Obras Publicas Ricardo Robles Varela, con fecha del 21 de Junio de 2007, se declara que no se cuenta con tales zonas de amortiguamiento, “solo con el polígono de protección”.


Aldana afirma también, haber prestado atención al pronunciamiento de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, sobre la violación a los derechos de un ambiente sano, segunda mentira; en ningún momento Aldana ni Robles Varela acataron las medidas cautelares que la CEDH emitió para que fueran detenidas las obras de manera temporal hasta que se verificara la legalidad de la licencia de urbanización de Verde I Serena.


Y continua respaldando a los fraccionadores con el argumento de que “El decreto que marca la demarcación del bosque, de la zona de reserva y de las zonas de amortiguamiento dejan perfectamente claro qué sí se puede y qué no. Aquí es muy importante quizá de parte nuestra hacer una disposición clara en este sentido, porque se tiene la percepción de algunos ciudadanos que se están planteando desarrollos habitacionales en donde era una zona prohibida, y no, son zonas de amortiguamiento y están dentro del decreto y perfectamente regulados”, tercera mentira; la ley es clara en este sentido tratándose o no de Áreas Naturales Protegidas, los estudios de Impacto Ambiental son necesarios si existe cambio de uso de suelo de áreas forestales para uso inmobiliario (plurifamiliar), según el articulo 5° inciso O, fracción III, del Capitulo II titulado “De las Obras o Actividades que Requieren Autorización en Materia de Impacto Ambiental”, y en el articulo 9° del Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental (LGEEPA). Estudio de Impacto Ambiental que nunca fue presentado ante la SEMARNAT Jalisco, por lo tanto nunca evaluado o aprobado, lo que como hemos denunciado, coloca a los directores de Ecología, Obras Publicas y al propio presidente municipal de Zapopan como cómplices de Francisco Ibarra García de Quevedo, por encubrir el otorgamiento de esta licencia de forma irregular y por no ejecutar acciones para cancelar la obra.


Aldana recalca que no hay “ningún problema” con el desarrollo que pretenden los Leaño sobre el bosque, cuarta mentira; sí hay problema y consiste en el derribo de mas de 16 mil arboles, la completa destrucción de 51 ha. del cerro del Nixticuil por el que éste lleva tal nombre y el exterminio de especies de flora y fauna protegidas.


El problema aquí es la definición que el alcalde le da a la palabra “legal”, pues si su cargo le da la atribución de dictaminar qué es legal y qué no lo es, por encima de leyes y reglamentos, la existencia de los bosques esta condicionada a los favores del alcalde por pagar, y que hasta ahora suman muchos.


Prueba de ello es que una vez mas el bosque el Nixticuil está siendo agredido por otro fraccionador y las autoridades cómplices de todos los niveles, que desde hace un mes permitieron fuera alambrada aproximadamente 1 hectárea del bosque, frente al Hospital Ángel Leaño, y en la que desde hace dos semanas se mantienen maquinaria pesada trabajando y una gran cantidad de material de construcción.


Varios trascabos trazan lo que parecen ser calles internas, destruyendo el sotobosque, removiendo gran cantidad de tierra y compactando el suelo. Sin embargo en palabras del regidor Abel Correa, el dueño no cuenta con permiso de urbanización o construcción.


Como el Comité Salvabosque ha denunciado en lo que va del año, la exclusión de 278 hectáreas del decreto de protección del bosque el Nixticuil, aprobada en diciembre de 2006 y que se encuentra supuestamente legislando en el Congreso del Estado, fue consensuada entre fraccionadores y el gobierno de Zapopan, pues en esta zona al igual que en las 51 ha. de la familia Leaño, se tienen proyectos inmobiliarios y otros que tras el titulo de académicos, representan fuertes inversiones y ganancias.


En carta enviada a la Comisión de Medio ambiente del Senado de la República, el 05 de Julio de 2007, de forma sínica el Secretario particular del alcalde, Lic. Pedro Vicente Viveros Reyes, afirma que no se está haciendo ninguna labor para recuperar estas casi 300 hectáreas que quedaron fuera del decreto de protección del Nixticuil.


La pregunta que queda y que se responde a sí misma con las propias declaraciones del alcalde, es ¿que hacen las instituciones que debieran proteger a la madre tierra? Nada, más allá de callar y continuar cobrando sus sueldos, por que claro, aquí no pasa nada alcalde, delegado o director.


Si bien el ciudadano puede hacer una denuncia popular, que las leyes le otorgan el derecho, los procesos –cuando se tiene suerte y se llevan a cabo- duran meses en otorgar respuestas, y de forma clave transcurre el tiempo necesario para desaparecer un bosque o parte de él y erigir en su lugar un nuevo coto de naturaleza residencial.


Comité Salvabosque Tigre II

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