Como pueblos y barrios obligados a ser periferia, nos vemos también
obligados a enfrentarnos a los proyectos que atentan contra nuestros medios y
modos de vida, cuyo epicentro y demandante es la gran urbe. Es el caso de la
digna lucha que desde hace 10 años emprendieron las y los compas del Comité
Salvabosque en defensa del bosque El Nixticuil, los mismos que hemos recorrido
como Agrupación Un Salto de Vida. En los últimos años, hemos visto, compartido
y aprendido mucho de esta resistencia que ahora se ve atacada por los dueños
del capital inmobiliario que arremete contra todos los bosques dentro y cerca
de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Rechazamos y reprobamos cualquier intento por intimidar al Comité
Salvabosque por parte de Spinelli Corporation, promotora del proyecto ecocida
“Bosque Encantado”, con el que arrasó un área boscosa colindante con el Área
Natural Protegida del Bosque El Nixticuil. Todo esto se ha llevado en
complicidad con los tres niveles de gobierno y sus distintas dependencias, con variados
colores pero con las mismas artimañas. No podemos permitir que con tal cinismo
se pretenda criminalizar la lucha por defender lo que es común: un bosque, con
su agua, su aire, sus animales, su gente; ni podemos permitir que impongan su
modo de ver El Nixticuil: como mercancía, como predios desiertos, como cosa,
como reserva de sus proyectos inmobiliarios.
Exigimos que se dé marcha atrás a las demandas, penal y civil, que se
interpusieron ante el Comité Salvabosque por parte de Spinelli. Sabemos que los
verdaderos criminales se visten de traje y que operan desde sus oficinas los
proyectos de despojo disfrazados de legalidad. Spinelli no sólo no responde a
lo que se les exige, sino actúan de mala fe, mintiendo, tratando de engañar a
la gente y tomando venganza por medio de las instituciones. Ellos, con todos
sus recursos, atentan también contra el tiempo y los esfuerzos de resistencia,
que se tendrán que verter en este proceso injusto. Esta, como siempre, es una
guerra desigual que, con todos sus medios legales, económicos e
institucionales, cobardemente atacan a las familias que no luchan por otra cosa
que por una vida digna.
¡Que se sepa que El Nixticuil y el Comité Salvabosque no están solos!
Agrupación Un Salto de Vida
09 de septiembre de 2016
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