Después de ocho meses de que la zona conocida como “La Roblera” del bosque El Nixticuil enfrenta los efectos de la tala por el Ejido Zapopan y por el proyecto inmobiliario Mirasierra, del que poco se tenía certeza e información por el trato oculto con el que lo ha manejado el Ayuntamiento de Zapopan, éste llega a las Comisiones de Cabildo para ser autorizado o rechazado. Ante tal situación, presentamos un informe a los medios de comunicación sobre la situación actual de la lucha contra Mirasierra:
La denuncia popular dentro de las instituciones ha sido agotada en la Dirección de Ecología de Zapopan, la SEMADES, PROFEPA (Expedientes PFPA/JAL/DQ/79/0158-08 y PFPA/JAL/DQ/79/0051-08) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Queja 652/08-I); técnicamente las últimas dos permanecen activas en contra de quien resulte responsable por la tala y por la perforación de pozos profundos y en contra de las autoridades que resulten responsables por encubrir tales acciones que violan el derecho a un medio ambiente sano. Sin embargo nuevamente por parte de PROFEPA no hay acción alguna y se ha solicitado a la CEDH a que dicte las medidas cautelares pertinentes para detener el desarrollo.
A dos años de que el Ayuntamiento de Zapopan tiene conocimiento del proyecto (El Informador 22/07/08), y en los que nada ha hecho por detenerlo, comienzan a hacerse públicos los alcances destructivos de Mirasierra.
Este proyecto “con pretendida ubicación en las inmediaciones de los poblados de Río Blanco, Copalita, San Rafael y San Esteban”, comprende dos planes parciales de desarrollo urbano (ZPN-9/26 “Río Blanco” y ZPN-9/28 “Los Guayabos”) y consta de 9´700,000 m² (970 hectáreas)
El Grupo Guadalajara, integrado por la inmobiliaria Mendelssohn, la urbanizadora y constructora Amadeus, Gómez Vázquez Aldana Casas (GVA) y Jardín Real (Consorcio G), es el dueño de la mayor cantidad de tierras del proyecto y el encargado de realizar el desarrollo, así como de su comercialización. Ellos durante varios años se han encargado de desmembrar comunidades enteras, acaparando toda esta tierra; aquellos lugares en que no pudieron comprarla establecieron convenios con los dueños para urbanizar y vender sus predios a cambio de un módico porcentaje; de aquí que en diversos documentos aparezca el “Fideicomiso Mirasierra” y no el nombre del voraz Grupo Guadalajara.
Por lo menos GVA y el Consorcio G o Jardín Real tienen deshonestos antecedentes documentados en distintos medios de comunicación locales y nacionales; en el caso del primero tienen que ver con horizontes Chapultepec, el Santuario de los Mártires y la licitación de Villa Panamericana; el segundo con la destrucción y despojo de áreas naturales a nivel nacional. Cabría hacer mención que la transnacional GVA se ha encargado de privatizar, dotando de desarrollos hoteleros, a buena parte de las playas de Latinoamérica.
Si se construye, este desarrollo inmobiliario provocará un incremento total de 130,907 habitantes en la zona y por lo menos la construcción de 26,000 casas. La magnitud de Mirasierra representa lo que se estima debería crecer la zona conurbada de Guadalajara (todos los municipios) en un año, es decir 1,000 hectáreas; lo que equivale a casi el doble de las licencias de urbanización que Zapopan autoriza en un año.
Esto explica porqué los Planes Parciales de Desarrollo Urbano de la zona presentan una red de vialidades nuevas y por ampliar que también pasarían por encima de zonas boscosas. “Planes de desarrollo” que no buscan responder a las necesidades de nuestra comunidad, pues aunque nuestra colonia no cuenta con ningún servicio publico, sí se contemplan los recursos para la construcción de estas estructuras viales para dar flujo a los nuevos desarrollos.
Resulta evidente que Mirasierra es el proyecto inmobiliario más grande por lo menos del municipio de Zapopan. Mediante solicitud hecha ante la Unidad de Transparencia de Zapopan fue posible hacer una revisión de la Manifestación de Impacto Ambiental presentada a la Dirección de Ecología, con la cual confirmamos la catástrofe ambiental que traería su construcción. A este respecto presentamos los siguientes señalamientos:
·*El Estudio o Manifestación de Impacto Ambiental (M.I.A.) elaborado para el “Fideicomiso Mirasierra” por el Grupo Calidad Ambiental (GCA), se realizó sólo sobre 500 hectáreas, excluyendo del área de estudio 470 hectáreas de la Sierra de San Esteban y El Diente, según lo señala el propio documento.
·*Éste Estudio indica que el total del proyecto inmobiliario solo contempla 45.78 hectáreas de áreas verdes y “no se tiene estimado el volumen de suelo vegetal a remover”, sin embargo se habla en términos abstractos de que el arbolado adulto será removido si cumple con condiciones de altura, espesor y edad (parámetros que no se especifican) y que estos se destinarían a formar un “jardín botánico” de árboles mutilados.
·*De igual manera, se afirma que Mirasierra no tiene proyecto vial, ni de drenaje y las aguas residuales que genere serán vertidas al ya contaminado Río Blanco.
·*En la M.I.A de Mirasierra se habla de la sobreexplotación de los mantos acuíferos en el Valle de Tesistan; pero se omite que se extraerían 1’627,694.00 m³/anuales a través de pozos profundos para el abastecimiento del propio fraccionamiento.
· *La magnitud del impacto que traería Mirasierra se refleja en la gran Biodiversidad que la M.I.A. presenta en una lista que contempla 108 especies vegetales existentes dentro de cinco tipos de vegetación que se encuentran en la zona (Bosque encino-pino, bosque tropical caducifolio, pastizal inducido, bosque de galería y vegetación secundaria), 19 especies de aves, 7 de mamíferos y 4 de reptiles y anfibios; sin embargo su trabajo de campo fue realizado de forma limitada, pues sus recorridos en la zona se realizaron por brechas, en vehículos y no en el total del terreno.
*En el Estudio no se hace mención de que algunas de éstas especies son protegidas por la NOM-059-ECOL-2001. Según advierte tal Estudio especies como venado cola blanca, ardilla, coyote, tejón, zorrillo, tlacuache, zorra gris, serpiente coralillo (amenazada), tortuga casquito (protección especial, endémica), colibrí, aguililla coliblanca (protección especial), cenzontles, lechuza, pato mexicano (amenazada, endémica), mulato azul (protección especial, endémica), gorriones, cardenalito, carpintero, benteveo, tecolotito serrano (protección especial, endémica), águila solitaria (en peligro de extinción), halconcillo y cernícalo americano entre otros, van a sufrir “perdida de hábitats de refugio, anidación o alimentación debido a labores de chaponeo, poda y desmonte de vegetación en las áreas donde se construirá la infraestructura urbana y residencial”.
*Se habla de que habrá impacto por el incremento de partículas suspendidas en el aire (polvo, humo y gases tóxicos), incremento en niveles de ruido, disminución de cobertura vegetal, modificación del microclima (aumento de calor), mas no se establecen las magnitudes y consecuencias de los mismos. De igual manera se habla del impacto que será generado “por drenaje a cañada”, situación que no se describe. Habrá impacto sobre flora y fauna por el “uso de pesticidas y otros químicos” y además se contempla el control de roedores e insectos empleando trampas, cebos y plaguicidas.
· *A la par del proyecto de destrucción e invasión se proponen supuestas “medidas de mitigación” del impacto ambiental que se ocasionará con la construcción de Mirasierra; así, para aminorar el incalculable daño mientras se realiza el desarrollo se tiene previsto: tener muchos baños y campañas contra el alcoholismo y drogadicción para los trabajadores, riegos matapolvos, prohibir fogatas para no destruir arbustos y la afinación de autos usados durante los trabajos.
· *Por otra parte, se contempla implementar un absurdo “Programa de Protección de Flora y Fauna”, con las siguientes líneas de acción: “ahuyentar organismos de sus nidos y madrigueras para que no resulten heridos”, crear un albergue para organismos heridos por los trabajos; si algún animal es asesinado durante los trabajos será enviado como ejemplar a alguna colección científica del país.
· *Después de destruir los ecosistemas y de que las especies sean desplazadas, heridas o asesinadas al termino del desarrollo, se establecerán hábitats artificiales en la zona de influencia o de transición con el área Natural Protegida y se implementarán campañas en las que “se prohibirá estrictamente molestar o matar cualquier organismo vivo”.
Este es el panorama de destrucción que el Ayuntamiento de Zapopan al lado del Grupo Guadalajara, tienen proyectado para una importante zona natural del Nixticuil y del Valle de Tesistan. Mirasierra es muestra de cómo el modelo económico mundial hace la guerra en lo local a las comunidades, convirtiendo en mercancía lo que antes no era: bosques, agua, animales. Lo que interesa a los Gómez Vázquez Aldana, al Consorcio G, inmobiliaria Mendelssohn y Amadeus es obtener sus millonarias ganancias e irse, no importando que eso signifique el despojo, la destrucción natural y la contaminación de nuestros ríos.
Hacemos público nuestro deslinde de las declaraciones o posturas que tomen los presidentes de colonos con respecto a Mirasierra, ellos no representan la voz de la comunidad, por que como ya hemos dicho no responden a las necesidades organizativas. Las transformaciones reales vienen desde la organización autónoma y colectiva, desde las bases, no de estructuras verticales impuestas para la dominación.
Convocamos a todos los compañeros de los medios de comunicación para que asistan al área que pretenden destruir y documenten nuestra denuncia, y a que acompañen el proceso de resistencia contra el Grupo Guadalajara y el Ayuntamiento de Zapopan. El bosque es un derecho colectivo y lo defenderemos.
*Nota a Propósito de las Declaraciones Publicas de Sánchez Aldana y la Dirección de Ecología de Zapopan.
Es muy importante para nosotros denunciar que con el estúpido argumento de gente como Julio Vizcaíno, Director de Protección al Ambiente se ha tratado de engañar a la opinión publica declarando que Mirasierra se construirá fuera del área protegida del Nixticuil, pretendiendo con ello minimizar la situación; este funcionario se ha caracterizado por defender los intereses inmobiliarios desde su nombramiento. Sin embargo como hemos advertido desde hace un par de años, esta zona forma parte de los cientos de hectáreas boscosas que quedaron fuera del polígono de protección del Nixticuil. Las declaraciones mas recientes de este sujeto realizadas a un diario local (Mural 17/08/08), junto a las de Sánchez Aldana (El Occidental 20/08/08) son muestra de lo mismo pues admiten que las únicas hectáreas eliminadas del Área Protegida del Nixticuil son las del fraccionamiento Los Guayabos.
La Tierra Primero!
Comité Salvabosque Tigre II
Página electrónica de GVA: www.gva.com.mx, consultada el 20 de Agosto de 2008.
[2] Estudio de Impacto Ambiental Para Proyecto Mirasierra.
[3] Del área de transición no se hace mención en ningún otro apartado del Estudio. Las Áreas de transición son definidas por el Reglamento de Zonificación en su articulo 17 fracción VI como: las que fungen como separadoras entre las áreas urbanas y las áreas rurales o naturales protegidas, aminorando la confrontación directa entre las condiciones físicas de cada una de ellas; estas áreas están sujetas a usos restringidos y sólo se permitirán aquellas instalaciones, con baja intensidad de uso del suelo, que puedan generar su propia infraestructura sin depender de las del área urbana actual del centro de población. En estas áreas tendrán prioridad las actividades que demanden grandes extensiones de espacio abierto, especialmente de recreación y esparcimiento, institucionales y agropecuarias. Se identificarán con la clave (AT) y el número que las especifica. La acción urbanística y edificaciones que se pretendan realizar en las áreas de transición, requerirán de la elaboración de su Plan Parcial de Urbanización y sus respectivos estudios de impacto ambiental, en el cual se demuestre que la ejecución de las obras materiales, no cambiarán la índole de dichas áreas.
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