viernes, 9 de noviembre de 2012

La Jornada Jalisco: El Correo Ilustrado


• El alcalde Héctor Robles Peiro, esperó hasta la tarde del día de ayer, para pronunciarse por la “protección de las áreas naturales” del municipio


Mentiras de Semarnat y Zapopan sobre Mirasierra

Nos parecen indignantes las declaraciones que Isidro de Jesús Lucio Virrueta, subdelegado de Protección Ambiental de la Semarnat, ha hecho ante los medios de comunicación en los últimos días; además de solapar nuevamente a los fraccionadores GVA, GIG y Tierra y Armonía, promotores del megaproyecto Mirasierra, habla para confundir a la opinión pública con argumentos contradictorios: por un lado confirma que se presentaron siete incendios en terrenos no boscosos, y después dice que no hay certeza de si los incendios sucedieron o no dentro de los polígonos que Mirasierra pretende urbanizar, sin embargo, finalmente asegura que en los próximos días se emitirá formalmente la resolución del cambio de uso de suelo para este megaproyecto porque a la Secretaría no le compete investigar incendios sino evaluar el impacto ambiental, algo que a todas luces están pasando por alto ya que al aprobar el cambio de uso de suelo, están avalando un megadesarrollo con el que grandes capitalistas de este país quieren destruir y despojarnos de un espacio natural que además es parte fundamental del patrimonio cultural y geológico de la ciudad de Guadalajara; sin embargo, la Semarnat considera que tal atrocidad se puede “compensar” con 2 millones de pesos, según declaró el funcionario.

Al mismo tiempo, después de dos semanas de permanente denuncia ante la complicidad de la Semarnat con las empresas que pretenden imponer la construcción del megaproyecto sobre y en las inmediaciones del bosque El Nixticuil, y gracias a la presión social, la clase política profesional del gobierno de Zapopan dio la cara, anunciando la aprobación de un punto de acuerdo para “girar oficios” a la Semarnat en los que se le solicite estudiar detenidamente el impacto ambiental de Mirasierra sobre el municipio; exhortos y llamados con los que no se resuelve nada.

El alcalde Héctor Robles Peiro por su parte, esperó hasta la tarde del día de ayer, para pronunciarse por la “protección de las áreas naturales” del municipio. La aparente postura “defensora del bosque” del gobierno de Zapopan es totalmente discutible y pareciera que sólo va encaminada a dar buena imagen. El priísta dice que “velará” por “los recursos naturales protegidos”, y este discurso resulta engañoso, pues la autorización de Mirasierra es para talar 16 hectáreas de la zona protegida, pero también 44 hectáreas más que no están catalogadas legalmente como protegidas, lo cual implica que esos más de 400 mil metros cuadrados de bosque no serán “defendidos”, y que no hay garantía de que el gobierno municipal le niegue la licencia de urbanización a los fraccionadores en dichas zonas, menos si se tiene en cuenta que entre los miembros de su planilla se encuentra Alejandrina Sambrano, quien por palabras del propio alcalde forma parte del grupo político del ex senador Raymundo Gómez Flores (desarrollador de Mirasierra – Consorcio GIG).

Por otra parte, Robles Peiro se refiere a los planes parciales como una herramienta para “proteger áreas naturales”, sin embargo omite decir que justo en dichos planes ya se tiene destinado el uso de suelo habitacional para Mirasierra, y que hay avenidas trazadas que seccionan el bosque de manera brutal; para que los planes de desarrollo urbano pudiesen constituir un freno a la voracidad inmobiliaria, tendría que promoverse su inmediata modificación.

Finalmente, para el Comité Salvabosque es de suma importancia aclarar que es una mentira que el día de hoy tengamos una reunión con el alcalde Héctor Robles; para nosotros esta declaración pública suya forma parte de una estrategia de simulación con la que (como en administraciones anteriores) se intenta diluir el conflicto y la denuncia social, y dar una imagen de compromiso con la conservación del bosque.

Nuestra postura es firme y la hemos dicho ya públicamente: el asunto no se resuelve construyendo a un lado del ANP, aun si el fraccionamiento no tocara los bosques, construir casas para más de 100 mil personas en sus inmediaciones afectaría gravemente al Nixticuil, a toda la cuenca del Río Blanco y a nuestras comunidades.

¡Ya basta de discursos que encubren la destrucción! La única posibilidad real de que los ecosistemas del Nixticuil y nuestras comunidades no sean afectados, es que Mirasierra no se construya.

Comité en Defensa del Bosque El Nixticuil

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