• El alcalde Héctor Robles Peiro, esperó hasta la tarde del día de ayer, para pronunciarse por la “protección de las áreas naturales” del municipio
Mentiras de Semarnat y Zapopan sobre Mirasierra
Nos parecen indignantes las declaraciones que Isidro de Jesús Lucio
Virrueta, subdelegado de Protección Ambiental de la Semarnat, ha hecho
ante los medios de comunicación en los últimos días; además de solapar
nuevamente a los fraccionadores GVA, GIG y Tierra y Armonía, promotores
del megaproyecto Mirasierra, habla para confundir a la opinión pública
con argumentos contradictorios: por un lado confirma que se presentaron
siete incendios en terrenos no boscosos, y después dice que no hay
certeza de si los incendios sucedieron o no dentro de los polígonos que
Mirasierra pretende urbanizar, sin embargo, finalmente asegura que en
los próximos días se emitirá formalmente la resolución del cambio de uso
de suelo para este megaproyecto porque a la Secretaría no le compete
investigar incendios sino evaluar el impacto ambiental, algo que a todas
luces están pasando por alto ya que al aprobar el cambio de uso de
suelo, están avalando un megadesarrollo con el que grandes capitalistas
de este país quieren destruir y despojarnos de un espacio natural que
además es parte fundamental del patrimonio cultural y geológico de la
ciudad de Guadalajara; sin embargo, la Semarnat considera que tal
atrocidad se puede “compensar” con 2 millones de pesos, según declaró el
funcionario.
Al mismo tiempo, después de dos semanas de permanente denuncia ante
la complicidad de la Semarnat con las empresas que pretenden imponer la
construcción del megaproyecto sobre y en las inmediaciones del bosque El
Nixticuil, y gracias a la presión social, la clase política profesional
del gobierno de Zapopan dio la cara, anunciando la aprobación de un
punto de acuerdo para “girar oficios” a la Semarnat en los que se le
solicite estudiar detenidamente el impacto ambiental de Mirasierra sobre
el municipio; exhortos y llamados con los que no se resuelve nada.
El alcalde Héctor Robles Peiro por su parte, esperó hasta la tarde
del día de ayer, para pronunciarse por la “protección de las áreas
naturales” del municipio. La aparente postura “defensora del bosque” del
gobierno de Zapopan es totalmente discutible y pareciera que sólo va
encaminada a dar buena imagen. El priísta dice que “velará” por “los
recursos naturales protegidos”, y este discurso resulta engañoso, pues
la autorización de Mirasierra es para talar 16 hectáreas de la zona
protegida, pero también 44 hectáreas más que no están catalogadas
legalmente como protegidas, lo cual implica que esos más de 400 mil
metros cuadrados de bosque no serán “defendidos”, y que no hay garantía
de que el gobierno municipal le niegue la licencia de urbanización a los
fraccionadores en dichas zonas, menos si se tiene en cuenta que entre
los miembros de su planilla se encuentra Alejandrina Sambrano, quien por
palabras del propio alcalde forma parte del grupo político del ex
senador Raymundo Gómez Flores (desarrollador de Mirasierra – Consorcio
GIG).
Por otra parte, Robles Peiro se refiere a los planes parciales como
una herramienta para “proteger áreas naturales”, sin embargo omite decir
que justo en dichos planes ya se tiene destinado el uso de suelo
habitacional para Mirasierra, y que hay avenidas trazadas que seccionan
el bosque de manera brutal; para que los planes de desarrollo urbano
pudiesen constituir un freno a la voracidad inmobiliaria, tendría que
promoverse su inmediata modificación.
Finalmente, para el Comité Salvabosque es de suma importancia aclarar
que es una mentira que el día de hoy tengamos una reunión con el
alcalde Héctor Robles; para nosotros esta declaración pública suya forma
parte de una estrategia de simulación con la que (como en
administraciones anteriores) se intenta diluir el conflicto y la
denuncia social, y dar una imagen de compromiso con la conservación del
bosque.
Nuestra postura es firme y la hemos dicho ya públicamente: el asunto
no se resuelve construyendo a un lado del ANP, aun si el fraccionamiento
no tocara los bosques, construir casas para más de 100 mil personas en
sus inmediaciones afectaría gravemente al Nixticuil, a toda la cuenca
del Río Blanco y a nuestras comunidades.
¡Ya basta de discursos que encubren la destrucción! La única posibilidad real de que los ecosistemas del Nixticuil y nuestras comunidades no sean afectados, es que Mirasierra no se construya.
Comité en Defensa del Bosque El Nixticuil
0 comentarios:
Publicar un comentario