Del equipo de redacción de El Vertical
Luego de la tala de árboles que realizara la empresa Spinelli
Corporation con la venia del ayuntamiento de Zapopan en el bosque de El
Nixticuil, vecinos y activistas del Comité Salvabosques se manifestaron
fuera del predio donde ocurrió el ecocidio, y exigieron la clausura
definitiva de la obra para que no se lleve a cabo la construcción del
fraccionamiento “Bosque encantado” que planean edificar en el predio.
“Existen bastantes irregularidades en los permisos y en la forma en
la que se llevó a cabo la tala para echar atrás todo el proyecto, aparte
es una empresa gringa la que tiene los permisos por lo que se presume
que solo vienen a explotar la zona, donde se talaron encinos, robles,
tepatem, guamúchiles, o sea especies endémicas que fueron taladas en el
espacio”, señaló Sofía Herrera, activista y vecina de la zona.
En el lugar, se dieron cita cerca de 50 personas, todas habitantes de
los barrios y colonias cercanas al predio donde sucedió la tala,
quienes han estado denunciando en redes sociales y de manera activa,
todos los movimientos irregulares en la zona a través de páginas como
“Yo soy de arcos”, en las que se les ha dado seguimiento puntual.
Los inconformes señalaron que dentro del Ayuntamiento existe
responsabilidad ante esta tala indiscriminada “ya sea por omisión o por
incompetencia”, ya que las mismas versiones que ha dado el propio
presidente municipal, Héctor Robles Peiro, contrastan con las decisiones
que tomaron en la dirección de Parques y Jardines, donde se les
obsequió el permiso a la desarrolladora sin hacer siquiera un examen
técnico previo.
Aseguraron que en apenas 3 días, la constructora talaron más de 100
árboles en el predio, esto con el consentimiento de las autoridades de
la Semarnat y la Profepa, quienes contrario a lo visible, determinaron
que el predio “no era boscoso”, lo que hace pensar más allá a los
inconformes, quienes señalan que el actual delegado de la Semarnat fue
regidor en Zapopan, puesto que ocupa ahora su hermano, Héctor Javier
Hernández González.
Lo que preocupa a los manifestastes es que la clausura del
Ayuntamiento es tan solo temporal, y una vez que la empresa Spinelli
Corporation pague la multa tendrá derecho a seguir explotando las
riquezas naturales del bosque, lo que aseguran es un método para callar a
los inconformes durante las campañas electorales, por lo que seguirán
en pie de lucha hasta conseguir la clausura definitiva del proyecto.
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