2012-11-25 . Milenio Jalisco
Dignidad. Es inconsútil con los seres humanos. La dignidad es una nota
constitutiva del ser, es el fundamento del respeto, del trato igual, de
las consideraciones más finas a esa alteridad que son los otros. La
dignidad funda el amor al prójimo y el amor al mundo. La dignidad es el
fundamento del amor a sí mismo, distintivo de los humanos, sin el cual
es imposible amar a otros. Por eso, lastimar la dignidad de alguien,
indigna al lastimado y envilece al lastimador.
Alguien indignado es alguien cuya dignidad ha sido rebajada,
desconocida, agraviada. El indignado lo es independiente de la conmoción
o sentimientos que le cause el agravio. El enojado no es por ese hecho
un indignado. El indignado reclama y enfrenta con más fuerza si mantiene
la calma y hace sentir al agresor su falta, su exceso. Porque agraviar
la dignidad no implica desaparecerla. Quien más conmueve al agresor es
aquel que con sólo su silencio, negándose incluso a verbalizar su
derecho, le hacer sentir la vileza del acto agraviante.
La comunidad de Mezcala, pueblo ancestral asentado en la ribera de
Chapala, está indignada. Este día conmemoran los 200 años de la gesta
insurgente de sus ancestros que resistieron en la isla al ejército
invasor realista. Defendieron tierra, libertad e independencia con su
vida, engrandecieron su dignidad e hicieron historia. En 1971, la
justicia mexicana les reconoció su carácter de pueblo primigenio, su
derecho a poseer y hacer fructificar la tierra y regirse por sus
costumbres comunitarias.
La autoridad decidió aprovechar esa fecha del calendario patrio y se
metió sin permiso a la fiesta. La organizó, decidió actividades y
reconocimientos sin siquiera avisar a los dueños de la fiesta.
Indignante. La autoridad violó la ley. La Asamblea de Comuneros de
Mezcala es propietaria de la tierra que pisan y la autoridad no puede
hacer o meterse ahí sin obligada consulta y acuerdo. Indignante. La
autoridad ha desechado las llamadas de atención de comuneros y
ciudadanos sobre el agravio. Impondrán, rodeados de policías, "su"
festejo. Indignante. Antes impusieron un "museo de sitio" en la isla y
ahora quieren imponerles un cobro por visitar su isla, cobro al que se
oponen los comuneros. A la autoridad no le importa. La ley está muerta
para ellos: estatales y municipales. Pregunta: ¿Quién está perdiendo la
dignidad en estos hechos?
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