INVASIONES
Amenazan reservas ecológicas
Las mafias de «paracaidistas» y especuladores del suelo urbano acechan también los terrenos que, declarados o no, como zonas de reserva territorial por su valor ambiental, están sujetos a invasiones y despojos. Es el caso de «El Nixticuil», «La Campana», «Cerro del Cuatro», la «Barranca de Oblatos», «La Primavera» y más recientemente, la sierra de Copalita OC | Guillermo Gómez Sustaita
Uno de los factores que ha contribuido a la degradación ambiental del Valle de Atemajac ha sido la invasión y urbanización ilegal de numerosas reservas naturales de alto valor ecológico que existían en los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tonalá, siendo también una de las causas por las que se perdieron las condiciones climatológicas (la calidad del aire, las temperaturas benignas que había, el balance de las lluvias, la abundancia de agua en el subsuelo, la prevalencia de humedad, etcétera) que enaltecieron, durante siglos, el nivel de vida que detentaba la población.
El arquitecto Daniel González Mastierra, vocal ejecutivo del Centro de Estudios Urbanos de Jalisco y experto en urbanismo, indica al respecto que hasta la década de los años 60’s, del siglo pasado, la capital de Jalisco conservó su equilibrio ecológico,«pero en las décadas siguientes, con el fenómeno de las invasiones, expropiaciones y despojos que hubo de tierras ejidales, comunales y, hasta de particulares, se trastocó el uso del suelo de numerosas zonas de reserva ambiental; como bosques urbanos, cauces hidrológicos de arroyos, ríos, lagos; las áreas de recarga natural de los acuíferos más importantes y en fin, lugares que aportaban además espacios de convivencia de la gente con la Naturaleza».
De acuerdo a un estudio del CEUJ y la Universidad de Guadalajara, relacionado con el uso del suelo urbano, sus orígenes y destinos, las pérdidas de reservas naturales más serias y que ocasionaron mayor impacto ambiental en el Valle de Atemajac, son las siguientes:
1).- Cerro del Cuatro. Era una reserva natural destinada al Parque del Sur (1968). Entre los años 1969 y 1976 fue depredada casi por completo por «paracaidistas» al mando de Joel Campos y Rubén Ávila Marín.
2).- Valle del Colli. Es una vasta zona de recarga acuífera (en ella se encuentran la colonia Chapalita, Jardines del Bosque, la Cervecería Modelo) que fue invadida a fines de los 60’s por Jaime González Becerra y otros voraces urbanizadores de colonias irregulares.
3).- Jocotán y San Juan de Ocotán. Eran zonas de recarga acuífera y arboladas, ubicadas en Zapopan, y donde se reportan hasta ahora 67 invasiones entre 1973 y 1998. En estos terrenos se ubican lo mismo zonas residenciales e industriales que colonias marginales.
4).- Comunidad de Mezquitán. Esta zona, en Zapopan, era pródiga en arroyos, cuerpos de agua, áreas arboladas. Fue de las primeras en ser invadidas en los años 60’s, por gente apoyada por dos importantes fraccionadores de Guadalajara.
5).- El Batán-Mesa Colorada. La zona también pertenece a Zapopan y fue importante área de abasto de agua para la población y las fábricas textiles del lugar. Las invasiones de tierras (algunas de alta producción agrícola) dieron origen a colonias irregulares como El Mante y Arroyo Hondo. Los «paracaidistas» que actuaron eran protegidos por la CNOP.
6).- Santa Ana Tepetitlán. Hace no mucho, Santa Ana de los Negros era un entorno natural, de vegetación abundante, arroyos y manantiales, que desapareció con las invasiones y las expropiaciones de los años 80’s y 90’s que dieron lugar a tantos cinturones de miseria.
7).- Las Juntas-Las Pintas. Se ubica en Tlaquepaque, hasta los años 70’s era zona agrícola, abundaba el agua. Hoy es de las zonas de la periferia más deprimidas. Las invasiones que hubo superaron las 400 hectáreas.
8).- Otras zonas con características de reservas naturales eran: el Valle de Toluquilla, Loma Verde, Santa María Tequepexpan, la Cuenca del Ahogado, El Verde, San Gaspar, Cañada Verde, Los Conejos (Colonia Jalisco), El Vigía (San Rafael), Oblatos (Santa Cecilia); entre 77 que existían en la actual zona metropolitana, según el estudio referido. Se aclara que, todas ellas, cambiaron su uso del suelo por casos de invasiones, expropiaciones, despojo. Esto explica que los asentamientos que ahora existen ahí no hayan previsto áreas verdes, áreas de protección ecológica o al menos parques.
El presente. A la fecha y de acuerdo también a las fuentes citadas, las mafias de invasores acecha las pocas reservas naturales que subsisten en el perímetro de la zona metropolitana.
En Zapopan se encuentran: 1).- La zona de amortiguamiento del bosque La Primavera, 2).- El perímetro del bosque El Centinela, 3).- Los linderos del bosque El Nexticuil, aun cuando es área natural protegida; 4).- La ceja de la barranca del Río Santiago, 5).- La cuenca hidrológica del Río Blanco, 6).- El ejido de Nextipac, y 7).- La sierra de Copalita.
En Tonalá, Tlajomulco y El Salto, se han identificado nueve reservas naturales (seis están en posesión de ejidos) con problemas de invasiones o litigios por las tierras. Una que tiene especial importancia para el saneamiento de las aguas de desecho de la metrópoli, viene siendo la zona donde se pretende construir la Planta de Tratamiento del Ahogado.
Amenazan reservas ecológicas
Las mafias de «paracaidistas» y especuladores del suelo urbano acechan también los terrenos que, declarados o no, como zonas de reserva territorial por su valor ambiental, están sujetos a invasiones y despojos. Es el caso de «El Nixticuil», «La Campana», «Cerro del Cuatro», la «Barranca de Oblatos», «La Primavera» y más recientemente, la sierra de Copalita OC | Guillermo Gómez Sustaita
Uno de los factores que ha contribuido a la degradación ambiental del Valle de Atemajac ha sido la invasión y urbanización ilegal de numerosas reservas naturales de alto valor ecológico que existían en los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tonalá, siendo también una de las causas por las que se perdieron las condiciones climatológicas (la calidad del aire, las temperaturas benignas que había, el balance de las lluvias, la abundancia de agua en el subsuelo, la prevalencia de humedad, etcétera) que enaltecieron, durante siglos, el nivel de vida que detentaba la población.
El arquitecto Daniel González Mastierra, vocal ejecutivo del Centro de Estudios Urbanos de Jalisco y experto en urbanismo, indica al respecto que hasta la década de los años 60’s, del siglo pasado, la capital de Jalisco conservó su equilibrio ecológico,«pero en las décadas siguientes, con el fenómeno de las invasiones, expropiaciones y despojos que hubo de tierras ejidales, comunales y, hasta de particulares, se trastocó el uso del suelo de numerosas zonas de reserva ambiental; como bosques urbanos, cauces hidrológicos de arroyos, ríos, lagos; las áreas de recarga natural de los acuíferos más importantes y en fin, lugares que aportaban además espacios de convivencia de la gente con la Naturaleza».
De acuerdo a un estudio del CEUJ y la Universidad de Guadalajara, relacionado con el uso del suelo urbano, sus orígenes y destinos, las pérdidas de reservas naturales más serias y que ocasionaron mayor impacto ambiental en el Valle de Atemajac, son las siguientes:
1).- Cerro del Cuatro. Era una reserva natural destinada al Parque del Sur (1968). Entre los años 1969 y 1976 fue depredada casi por completo por «paracaidistas» al mando de Joel Campos y Rubén Ávila Marín.
2).- Valle del Colli. Es una vasta zona de recarga acuífera (en ella se encuentran la colonia Chapalita, Jardines del Bosque, la Cervecería Modelo) que fue invadida a fines de los 60’s por Jaime González Becerra y otros voraces urbanizadores de colonias irregulares.
3).- Jocotán y San Juan de Ocotán. Eran zonas de recarga acuífera y arboladas, ubicadas en Zapopan, y donde se reportan hasta ahora 67 invasiones entre 1973 y 1998. En estos terrenos se ubican lo mismo zonas residenciales e industriales que colonias marginales.
4).- Comunidad de Mezquitán. Esta zona, en Zapopan, era pródiga en arroyos, cuerpos de agua, áreas arboladas. Fue de las primeras en ser invadidas en los años 60’s, por gente apoyada por dos importantes fraccionadores de Guadalajara.
5).- El Batán-Mesa Colorada. La zona también pertenece a Zapopan y fue importante área de abasto de agua para la población y las fábricas textiles del lugar. Las invasiones de tierras (algunas de alta producción agrícola) dieron origen a colonias irregulares como El Mante y Arroyo Hondo. Los «paracaidistas» que actuaron eran protegidos por la CNOP.
6).- Santa Ana Tepetitlán. Hace no mucho, Santa Ana de los Negros era un entorno natural, de vegetación abundante, arroyos y manantiales, que desapareció con las invasiones y las expropiaciones de los años 80’s y 90’s que dieron lugar a tantos cinturones de miseria.
7).- Las Juntas-Las Pintas. Se ubica en Tlaquepaque, hasta los años 70’s era zona agrícola, abundaba el agua. Hoy es de las zonas de la periferia más deprimidas. Las invasiones que hubo superaron las 400 hectáreas.
8).- Otras zonas con características de reservas naturales eran: el Valle de Toluquilla, Loma Verde, Santa María Tequepexpan, la Cuenca del Ahogado, El Verde, San Gaspar, Cañada Verde, Los Conejos (Colonia Jalisco), El Vigía (San Rafael), Oblatos (Santa Cecilia); entre 77 que existían en la actual zona metropolitana, según el estudio referido. Se aclara que, todas ellas, cambiaron su uso del suelo por casos de invasiones, expropiaciones, despojo. Esto explica que los asentamientos que ahora existen ahí no hayan previsto áreas verdes, áreas de protección ecológica o al menos parques.
El presente. A la fecha y de acuerdo también a las fuentes citadas, las mafias de invasores acecha las pocas reservas naturales que subsisten en el perímetro de la zona metropolitana.
En Zapopan se encuentran: 1).- La zona de amortiguamiento del bosque La Primavera, 2).- El perímetro del bosque El Centinela, 3).- Los linderos del bosque El Nexticuil, aun cuando es área natural protegida; 4).- La ceja de la barranca del Río Santiago, 5).- La cuenca hidrológica del Río Blanco, 6).- El ejido de Nextipac, y 7).- La sierra de Copalita.
En Tonalá, Tlajomulco y El Salto, se han identificado nueve reservas naturales (seis están en posesión de ejidos) con problemas de invasiones o litigios por las tierras. Una que tiene especial importancia para el saneamiento de las aguas de desecho de la metrópoli, viene siendo la zona donde se pretende construir la Planta de Tratamiento del Ahogado.
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