domingo, 29 de abril de 2007

La Jornada Jalisco:

El planteamiento de manejar el bosque como parque natural pone en riesgo su existencia

Piden al Congreso no aprobar plan para declarar área protegida a El Nixticuil

El Comité Salvabosque detectó irregularidades en el proyecto realizado por Zapopan y el CUCBA

RAUL TORRES

Después de analizar la propuesta de plan de manejo con la que se intenta que el gobierno del estado declare área natural protegida el bosque de El Nixticuil-San Esteban-El Diente, el Comité Salvabosque Tigre II, organismo que desde hace varios años trabaja en favor de la conservación de esta zona, solicitó que el Congreso local no apruebe el documento en los términos en que se encuentra, pues el planteamiento de manejar el bosque como un parque natural pone en riesgo su existencia.

A través de un comunicado, el comité explicó que el plan de manejo promueve la cacería de algunas especies y contempla la creación de senderos pavimentados, rutas de caminata, ciclopistas, áreas de acampe y día de campo, centros de visitantes, teatros al aire libre y áreas para uso intensivo.

Todo ello, aseguran, contradice el estudio técnico justificativo que se hizo previamente para proponer que el bosque fuera protegido y donde consta que esta región es de suma importancia para la Zona Metropolitana de Guadalajara, porque en su subsuelo se encuentran acuíferos que proveen volúmenes considerables de agua para los habitantes de la ciudad: “entre 800 mil y un millón 140 mil metros cúbicos de agua al año”, cita el estudio.

Pero la preocupación de los integrantes de Salvabosque no sólo se fundamenta en la serie de incongruencias que detectaron en el plan de manejo hecho por el Ayuntamiento de Zapopan y el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA); hay dos situaciones concretas que, a su juicio, demuestran que detrás de todo hay intereses particulares de empresas: primero, que no se haya incluido a los vecinos de la zona en el diseño y consulta de dicho plan y, segundo, que una parte del bosque fuera excluida del área protegida inicialmente.

Señalan que hace cuatro meses, cuando el municipio de Zapopan decretó el bosque como área natural protegida, se contemplaban mil 870 hectáreas, mientras que el plan de manejo enviado al Congreso local excluye las 280 hectáreas en las que la Universidad Autónoma de Guadalajara pretende construir un “parque de investigación científica”.

Según el estudio técnico, esa parte del bosque es de suma importancia para mantener el equilibrio natural de todo el sistema, pues “si en el área comprendida de la parte alta de esta cuenca (al oriente del Hospital Angel Leaño), hacia los poblados de Río Blanco y San Esteban, se da un cambio de uso de suelo o se afecta un parámetro importante para que continúe la filtración de agua pluvial hacia el subsuelo, se afectará este importante recurso del cual depende esta población”.

“La zona, entre más área arbolada contenga, más agua se filtrará a los mantos freáticos, y con ello podemos asegurar una zona de recarga de acuífero para la ciudad de Guadalajara”, advierte el apartado 2.4 del estudio que justifica las razones de protección del bosque.

Sin embargo, indica el Comité Salvabosque, en el terreno de los Leaño ya están marcados más de 16 mil árboles que serán talados.

Aunado al tema hidrológico está el de las especies endémicas y protegidas que habitan o anidan en la zona, como la tortuga mordelona (kisnosternum integrum), el gavilán de Cooper (accipiter cooperi), el halcón cola roja (buteo jamaicensis), la Tillandsia plumosa o la Physalis latiphysia, fauna y flora que se vería seriamente afectada si el plan de manejo se acepta.

Debido a todo esto, el grupo integrado por habitantes cercanos al bosque del Nixticuil exigen que éste no sea seccionado como lo propone el plan de manejo; que se reintegren a la zona protegida las 280 hectáreas propiedad de la UAG; que los grupos empresariales de los fraccionamientos La Cima y Real de Valdepeñas respeten el área de influencia del bosque y, finalmente, que los constructores de los fraccionamientos Santa Luza, Verde I Serena y San Lorenzo, que se encuentran dentro del bosque, dejen de fincar y sean reubicados en un área que no afecte los recursos naturales.


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