domingo, 20 de septiembre de 2009

Público:

Consejo consultivo alerta por la falta de información y los daños al área protegida

Piden a Semarnat que no dé permisos a Mirasierra

Advierten de la "imposibilidad material" para aprobar el proyecto.
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  • 2009-09-20•Ciudad y Región

Los siete polígonos cuyo uso de suelo se pretende cambiar para construir el megadesarrollo inmobiliario Mirasierra deben ser excluidos del proyecto, pues afectarlos alteraría la integridad del área natural protegida del bosque de El Nixticuil. Y eso, a reserva de que la constructora responsable dé información suficiente para revisar el plan completo, pues la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que fue promovida para justificarlo carece de datos básicos.

Así lo planteó el Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, núcleo Jalisco, en un documento donde concentra su opinión técnica sobre el proyecto Mirasierra, difundido ayer, y que fue dirigido al delegado de la secretaría federal del Medio Ambiente (Semarnat), José de Jesús Álvarez Carrillo.

El consejo, integrado por seis especialistas en derecho ambiental y urbanismo, fue invitado a la consulta pública del viernes, en la que el proyecto fue vapuleado por ciudadanos y expertos (Público, 19 de septiembre), que advirtieron que la construcción de más de 21,500 casas con más de cien mil habitantes, sobre 691 hectáreas del valle de Tesistán, tendrá un severo impacto sobre la zona y el área protegida, pues los nuevos habitantes demandarán bienes naturales que no son susceptibles de satisfacerse.

La conclusión del consejo es igualmente definitiva: le pide al delegado de la Semarnat que “niegue la autorización en materia de impacto ambiental del proyecto en cuestión, en virtud de la imposibilidad material para evaluar los impactos ambientales del proyecto de desarrollo inmobiliario”.

Los integrantes del consejo insisten en varias ocasiones en que la MIA no incluye información suficiente sobre los impactos ambientales que dejaría el desarrollo Mirasierra. De hecho, critican que el proyecto de cambio de uso de suelo para los siete polígonos del valle de Tesistán estuvo mal hecho: “Es un ETJ [estudio técnico justificativo] disfrazado de MIA”, sin datos como la zonificación de las densidades, vialidades, áreas verdes y obras asociadas al desarrollo.

Otra crítica puntual es que no hay información sobre vialidades y cómo se conectarían con las ya existentes, lo cual impide prever el impacto sobre el área natural protegida.

Señalan, además, que el proyecto Mirasierra, “tal y como se presenta, sí compromete la biodiversidad de toda el área por la presión urbana” y que, en cualquier caso, debe “debe respetarse el cauce del río Blanco y sus zonas aledañas, incluido el bosque de galería”.

Guadalajara/Público

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