El día de hoy se hizo público el desistimiento del Grupo Guadalajara (Gómez Vázquez Aldana, Tierra y Armonía y Consorcio G) del proceso de cambios de uso de suelo para la construcción del fraccionamiento Mirasierra de Zapopan que se estaba tramitando ante la SEMARNAT, por lo que el expediente se archivo “como asunto totalmente concluido”.
La acción de hoy de los corporativos capitalistas que integran el Grupo Guadalajara, no es una obra de buena voluntad a favor de la conservación del Nixticuil sino el resultado del proceso de resistencia iniciado desde nuestra comunidad en contra del despojo y la destrucción del bosque y de la forma de vida de todas las comunidades de la cuenca del Rio Blanco; arbitrariedades que pretendían encubrir con el discurso de la sustentabilidad.
Para nosotros esta es la primera acción del replanteamiento de la estrategia del Grupo Guadalajara por realizar todo lo posible para que Mirasierra sea aprobada. Lo que resulta verdaderamente estúpido es la forma en la que intentaron deslindarse de su responsabilidad de promover la destrucción de por lo menos 72 hectáreas y de docenas de miles de árboles del bosque de El Nixticuil atribuyendo su error “de metros” (El Informador 19/03/10) a las mediciones satelitales y al gps.
Pensamos pertinente señalar que este desistimiento es también estratégico para tratar de desviar la atención de la opinión pública y de las denuncias sobre la quema y la tala del bosque que fue documentada el sábado y lunes pasado ya que la PROFEPA está realizando inspecciones en los predios quemados.
La declaración que realizó el director de Mirasierra, Joseph Rodrick Medina para El Informador (19/03/10) en la que habla de “ajustar los polígonos con la cartografía del decreto del Bosque El Nixticuil”, es muestra de que el proyecto va a continuar y que en un corto plazo van a intentar construir fuera del área natural protegida, lo cual no garantiza que el bosque no será afectado, pues como ya hemos señalado, el decreto de protección del Nixticuil no contempla el total de las áreas boscosas y por otro lado la destrucción que traería la construcción de Mirasierra afectaría a toda la zona metropolitana contaminando, inundando y matando a su paso toda la vida de la cuenca del Río Blanco.
Este desistimiento simboliza la expulsión de Mirasierra del polígono de protección del Nixticuil, sin embargo el proceso de construcción de autonomía, resistencia y solidaridad en nuestras comunidades continuará.
Comité Salvabosque
*En defensa del bosque El Nixticuil*
0 comentarios:
Publicar un comentario